"Nuestras ciudades no son peones políticos del presidente Trump; nos enfrentamos a desafíos sin precedentes: luchar contra una pandemia y una devastación económica sin otro estímulo (económico) y en lugar del liderazgo de la Casa Blanca, nos enfrentamos a nuevos ataques que son ilegales, inconstitucionales y sin duda serán derrotados en los tribunales", dijeron los alcaldes en un comunicado.
En varias ocasiones, Trump sugirió enviar a agentes federales y a la Guardia Nacional si los alcaldes no impedían la violencia y la destrucción de propiedades.
Los alcaldes no especificaron ni proporcionaron detalles sobre las acciones legales que pueden emprender contra el presidente de Estados Unidos.
Sus comentarios llegaron inmediatamente después de un proyecto de ley presentado en el Congreso que haría que las personas acusadas de violencia, saqueo, incendio provocado y vandalismo no puedan acceder a los beneficios de desempleo por coronavirus.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en respuesta a la amenaza del Gobierno de retirar fondos federales, dijo que el presidente no era bienvenido en la ciudad y que necesitaría un ejército para protegerlo si decidía visitarlo.
La procuradora general de Nueva York, Letitia James, dijo en una declaración separada que emprendería acciones legales inmediatas si el Gobierno continúa amenazando con retener fondos federales.