"Hoy, estoy realmente a favor de las fuerzas del orden y de la Guardia Nacional porque han hecho un gran trabajo en Kenosha, apagaron la llama de inmediato… ahora, tal vez se encienda de nuevo, en ese caso la apagarán poderosamente", dijo Trump a los periodistas antes de abordar un avión con destino a la ciudad.
Kenosha, hogar de unas 100.000 personas, se convirtió la semana pasada en el último foco del movimiento Black Lives Matter después de que policías dispararan e hirieran varias veces en la espalda a Jacob Blake, un afroamericano local de 29 años.
El mandatario dijo que sus planes son "saludar a las fuerzas del orden y la Guardia Nacional", pero agregó que aún no sabe si se reunirá con la familia Blake.
"No lo sé todavía. Ya veremos, estaremos tomando esa determinación. Todavía no lo sé", expresó, sin embargo, dijo que hablará con el pastor de la familia Blake.
"[Es] un hombre muy involucrado y respetado. Hablé con él ayer [el 31 de agosto], tuve una gran conversación. Creo que va a estar ahí", dijo el presidente.
El 31 de agosto los medios locales dijeron que los familiares de Blake negaron tener un pastor familiar.
La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo anteriormente que el mandatario denuncia todo tipo de violencia y cree que la policía, contrariamente a las demandas de los manifestantes, debería recibir fondos completos y crecer en número.