"La Amazonía tiene cinco millones de kilómetros cuadrados; 24.000 focos de calor significa que hay un foco de calor cada 200 kilómetros cuadrados, eso es una aguja en el pajar, y lo que se vende al mundo entero es: 'la selva está ardiendo, la Amazonía está ardiendo'", dijo en una videoconferencia organizada por el Canal Rural.
A pesar de que el mes aún no ha terminado, ya es el segundo peor agosto de los últimos diez años, tan sólo superado por el año pasado, cuando hubo 30.900 focos.
El funcionario aseguró que hay un "tratamiento con prejuicios" de los datos para poner a Brasil como un "villano en la cuestión ambiental".
También criticó a quienes aseguran que el humo de los incendios está agravando la salud de las personas, especialmente en el caso de las enfermedades respiratorias, lo que podría ser más dañino, si corresponde, en casos de COVID-19 (la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus).
Mourao, además de ser vicepresidente de Brasil, preside el Consejo de la Amazonía, un órgano gubernamental que tiene por objeto coordinar las políticas públicas para esa región del país.
En los últimos meses se convirtió en un portavoz oficioso de las cuestiones relacionadas con la selva, en especial con deforestación e incendios.