Entre los detenidos se encuentra un corresponsal de Sputnik, que reveló que les están verificando los documentos.
"No fueron detenidos, sino que fueron trasladados a la Policía nacional para comprobar su identidad", dijo Ganusévich, sin precisar el número de periodistas que se encuentran en la estación.
El Ministerio del Interior bielorruso aseguró en un comunicado que pondrá en libertad a aquellos periodistas que cuentan con una acreditación oficial.
Por su parte, la Embajada de Rusia en Minsk indicó que está investigando la información sobre la detención de los reporteros.
En los primeros días que siguieron a la votación, los agentes de seguridad dispersaron con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo a los manifestantes que protestaban por un supuesto fraude electoral. Miles de personas fueron detenidas, centenares resultaron heridas y al menos tres fallecieron.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.