"Unos grupos formados en torno a nuestro país están dispuestos a venir y avivar el fuego, algo que no podemos admitir, y lo digo directamente sin intentar de arrullar a nadie", dijo Lukashenko citado por la agencia estatal Belta.
Comentó que la "gente ya está cansada y quiere vivir en un Minsk tranquilo, donde no destrozan las calles y no lanzan cócteles Molotov a los balcones".
Además, el presidente bielorruso declaró que los jóvenes que participarán en las protestas después del inicio del año académico, podrían ser reclutados para el servicio militar pese a la prórroga por estudios.
Si los jóvenes "no quieren estudiar, tienen que defender la Patria, nuestra Patria está en peligro", dijo Lukashenko citado por la agencia Belta.
Al mismo tiempo, el mandatario aclaró que se trata solo de los estudiantes que "saldrán a las calles y no querrán estudiar".
Según Lukashenko, el ministro de Defensa ya ha hecho la propuesta correspondiente.
Todavía "no es necesario examinar esta cuestión, pero es una de las opciones", concluyó el líder bielorruso.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas a raíz de las elecciones presidenciales del 9 de agosto que revalidaron el sexto mandato del presidente Alexandr Lukashenko, quien permanece en el poder desde 1994.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa, que exige una repetición de los comicios, creó el Consejo de Coordinación con el objetivo proclamado de encontrar una vía para resolver la crisis política en Bielorrusia mediante unas negociaciones con el Gobierno.