En toda la Antártida hay un solo cine y es de propiedad argentina. En medio del confinamiento preventivo obligatorio en el país, que ha superado ya los 150 días —rige desde el 20 de marzo—, se trata también de la única sala de cine que ha sido reabierta.
La Sala del Bicentenario del Espacio INCAA Latitud 90° funciona desde el 23 de agosto y queda en la Base Carlini, estación científica de Argentina en la Antártida, más específicamente en las Islas Shetland del Sur, 120 kilómetros al sur de la península Antártida.
Inaugurada por primera vez en 2005, la sala no funcionaba desde 2018, ya que había sido desguazada. Edgardo Esteban, director del Museo de las Malvinas que estuvo presente en dicha inauguración, cuenta a Sputnik que recuerda el evento como "un momento muy especial".
"En ese momento había mucha expectativa porque la Base Carlini es una base científica pero en toda esa zona de esta isla antártica hay numerosas bases científicas de todo el mundo, una rusa, una china, una coreana, una uruguaya. Fue muy emotivo porque fue como un punto de encuentro en esa zona", relata.
Se inauguró con la película Luna de Avellaneda (2004) del argentino Juan José Campanella, protagonizada por los reconocidos actores Ricardo Darín, Virginia Bertuccelli y Mercedes Morán, y se convirtió en una forma de cohesión entre comunidades científicas internacionales, con visitantes de las bases cercanas para mirar los filmes nacionales.
Esteban, veterano de las Guerra de las Malvinas que enfrentó a Argentina y al Reino Unido en 1982, y autor del libro Iluminados por el Fuego (1993) que sirvió de argumento a la película del mismo nombre, entiende que la sala de la Base Carlini es, esencialmente, "una forma de marcar, desde la cultura, soberanía", dice.
"Cuando uno habla de soberanía, y creo que si hay una palabra que es transversal al tema de la soberanía es Malvinas, habla no solo de soberanía territorial y marítima, sino también económica, cultural, educativa. En este caso, tener una base y la posibilidad de tener un punto de la cultura como es un cine en este lugar tan especial es muy importante", analiza.
Del acto de reapertura, hecho vía videoconferencia, participaron el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus, y el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa del Ministerio de Defensa, Francisco Cafiero. La habilitación se debió a que, en el continente antártico, no hay casos de COVID-19.
El 23 de agosto, en la sala fueron proyectadas Soberanía argentina en la Antártida (1947), La Patria blanca (1973), Rompehielos antártico ARA Almirante Irizar (1979) y Marcha al límite austral de la Patria (1969), producciones que son parte de la memoria nacional, según el comunicado de la secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, y fueron recuperadas por el Instituto Antártico Argentino y el Museo del Cine de Buenos Aires.
El ministro Tristán Bauer destacó que "con la cultura también reafirmamos la soberanía argentina en la Antártida". Bauer homenajeó "a los camarógrafos y directores de cine que estuvieron en el continente blanco para registrar la historia de hombres y mujeres ejemplares. Ahora los jóvenes y las nuevas generaciones van a reflejar el presente y el futuro de la Antártida", dijo durante el acto de reapertura.
En tanto, Daniel Filmus habló a la comunidad científica argentina, y expresó que "es muy emocionante ver el resultado del trabajo enorme que hicieron para recuperar la sala", que se suma a la tarea de investigación científica en la Antártida.
Cafiero, por su parte, resaltó "la articulación del trabajo de la Cancillería y los Ministerios de Cultura y Defensa" en la reinauguración del cine, y concluyó que es precisamente esa clase de hechos los necesarios "para que cultura y soberanía vayan de la mano".
