"A Svetlana Alexiévich le convocaron al Comité de Investigación a las 14.00 del miércoles [19 de agosto] en calidad de testigo en una causa penal iniciada por la creación del Consejo de Coordinación", dijo el organismo.
El servicio de prensa del Consejo de Coordinación confirmó el hecho.
"Sí, Svetlana planea ir", afirmó.
Al mismo tiempo, otro miembro de la presidencia del opositor Consejo de Coordinación Olga Kovalkova declaró que Alexiévich no ha participado hasta el momento en la labor del organismo por motivos de salud, aunque mantiene contactos con sus miembros.
El Consejo de Coordinación, promovido por la líder de la oposición bielorrusa, la candidata presidencial Svetlana Tijanóvskaya, realizó su primera reunión el 19 de agosto en la cual destacó que está centrado en encontrar una vía para resolver la crisis política en Bielorrusia mediante unas negociaciones que deben comenzar de manera inmediata.
Las autoridades bielorrusas abrieron un expediente penal contra el Consejo de Coordinación al considerarlo una amenaza para la seguridad nacional.
El pasado 9 de agosto Bielorrusia celebró elecciones presidenciales. De acuerdo con el escrutinio oficial, ganó el mandatario actual Alexandr Lukashenko, con más del 80% de los votos, mientras que Tijanóvskaya reunió un 10% de los apoyos.
La oposición rechazó los resultados oficiales y acusó a las autoridades de fraude electoral asegurando que su candidata en realidad logró entre el 70 y el 80% de los votos.
Miles de sus partidarios se echaron a la calle en unas protestas que se reprimieron con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo.
Luego los agentes de seguridad dejaron de usar la fuerza para dispersar las manifestaciones, pero las protestas continuaron en las calles y también trascendieron a algunas de las cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa impugna los resultados de las elecciones y exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.