Mito 1: comer demasiados huevos aumenta el colesterol.
Es una afirmación falsa porque la yema del huevo contiene lecitina, que es un emulsionante natural. Esta sustancia disuelve el colesterol y las partículas de grasa e impide que se depositen en las paredes de los vasos sanguíneos.
Esto lleva a que se reduzcan los niveles de colesterol en sangre. Además, la asimilación de lecitina libera colina, que a su vez participa en la síntesis de la acetilcolina, un importante neurotransmisor que mejora la memoria y el rendimiento mental.
Mito 2: las mujeres después del parto necesitan comer tantos huevos como sea posible.
Durante el parto se consume una gran cantidad de energía física, y la digestión y la desintoxicación del hígado se ven afectadas. Como resultado, el consumo de alimentos en grandes cantidades aumentará la tensión en el hígado y los riñones, y esto puede tener consecuencias adversas.
Cuando se calcula la ingesta de proteínas se debe tener en cuenta el estado del sistema digestivo. Normalmente, las mujeres tras el parto no deben comer más de tres huevos al día.
Mito 3: los huevos crudos tienen un mayor valor nutritivo
De hecho, el consumo de huevos crudos no solo causa infecciones bacterianas, sino que además no satura el cuerpo de valiosos nutrientes. Los huevos crudos contienen avidina, una proteína que impide la absorción de biotina en los intestinos, lo que puede provocar falta de apetito, debilidad, dolor muscular y otros síntomas asociados con la deficiencia de biotina.
Además, los huevos crudos contienen antitripsina, que tiene un impacto negativo en la función digestiva.
También hay que tener en cuenta que corres el riesgo de comerte el huevo con el germen de pollo.
Para empezar, colócalos en una olla con agua fría y llévalos a ebullición lentamente. Después de hervirlos durante tres minutos, hay que apagar el fuego y dejar los huevos en agua durante cinco minutos. De esta manera, la clara estará tierna y la yema alcanzará la dureza deseada en la que se digiere más fácilmente.
No se recomienda hervir los huevos durante más de diez minutos, ya que no solo afectará al sabor de este producto, sino que destruirá un gran número de vitaminas. En cuanto a los huevos revueltos, tienen menos nutrientes y son peor digeridos por el cuerpo.