Debido a un fallo en el tren de aterrizaje de la aeronave, que viajaba de Tallin a Moscú, se decidió que era necesario llevar a cabo un aterrizaje de emergencia, por lo que el vuelo fue desviado a Leningrado. Sin embargo, camino al aeropuerto de la ciudad, los dos motores del avión Tu-124 dejaron de funcionar.
Además de llevar a cabo la arriesgada maniobra sin que nadie se hiriera, Mostovói también pudo frenar el avión, a bordo del cual viajaban 35 pasajeros y siete miembros de la tripulación, antes de que colisionara con un enorme puente de ferrocarril.
Un remolcador llevó la nave hasta la orilla del río, donde pronto rescataron a todos los que se encontraban a bordo. Las autoridades rápidamente aislaron el local y dispersaron a la multitud. Los pocos registros de lo ocurrido son unas instantáneas registradas por un fotógrafo aficionado que se encontraba cerca del local.
On August 21, 1⃣9⃣6⃣3⃣ Aeroflot pilot Viktor Mostovoy managed to land the Tu-124 ✈️emergency passenger airliner on the surface of the Neva river in the center of #Leningrad.
— Russia 🇷🇺 (@Russia) August 21, 2020
👏Not a single passenger or crew member was injured! pic.twitter.com/HGAW37GRCI
En 2018, el canal televisivo ruso Mir lanzó un documental con motivo del 55 aniversario de la hazaña. De acuerdo con la producción, lo que logró Mostovói en el río Nevá en 1963 es uno de los cinco escasos casos en la historia de la aviación mundial en el que nadie se hirió en un amerizaje de emergencia.