Los científicos aseguran que las antenas de las langostas son tan sensibles que pueden distinguir con facilidad olores de diferentes tipos de explosivos y no descartan que en un futuro se creen enjambres modificados de estos insectos olfateadores para que detecten bombas.
El estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Washington en St. Louis sugiere que es posible crear un sistema de biorrobots avanzados a base de las antenas y cerebros de langostas para detectar bombas. La investigación es financiada por la Armada estadounidense, con una inversión de más de 1,1 millones de dólares, ya que consideran posible crear un rastreador de bombas con estas características.
De acuerdo con los científicos, la langosta americana que se utilizó para este estudio detecta mejor las bombas cuando opera en enjambres. En un grupo de siete insectos, alrededor del 80% dieron resultados precisos, mientras que cuando las langostas operaron en solitario la cifra de efectividad disminuyó a 60%.
Los investigadores señalan que una antena de langosta contiene 50.000 neuronas, esta circunstancia le permite superar a otros sistemas similares desarrollados por los ingenieros.