Lukashenko subrayó que la situación en Minsk y otras ciudades es el problema que debe resolver él mismo.
"Créanme, en los próximos días lo solucionaremos", dijo Lukashenko, citado por la agencia Belta.
Además el líder bielorruso señaló que la situación en el país está "politizada", pero "no es catastrófica".
El presidente, asimismo, acusó a Estados Unidos de "planear y dirigir" las protestas y a los países europeos de ayudar a Washington y tratar de usar a Bielorrusia contra Rusia.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas a raíz de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, que revalidaron para un sexto mandato al presidente Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
Según el escrutinio oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya con el 10,12% de los apoyos. Los otros tres candidatos reunieron juntos poco más del 4%.
Según el Ministerio del Interior, centenares de personas sufrieron heridas, incluidos más de 150 agentes del orden público, y más de 6.700 personas fueron detenidas. Tres personas fallecieron.
La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.
