Si bien el cine hecho en lenguas originarias no es nuevo en el país andino —la primera película peruana con tal característica fue el largometraje Kukulí, de 1961, hablado en quechua y dirigido por el hoy fallecido Luis Figueroa—, sí es fuerte el impulso que está teniendo actualmente, sobre todo de realizadores jóvenes, mayormente nacidos en las provincias de los Andes y la Amazonía.
"El festival nació como esfuerzo de un colectivo cuando reparamos en que no existía un evento que impulsara el cine hecho en lenguas originarias (en Perú). El año pasado el festival se hizo en simultáneo en las ciudades de Trujillo y Cusco (sur) y se presentaron más de 46 obras de cineastas de todas partes del país, y de las cuales 22 fueron seleccionadas, hechas en 6 lenguas nativas", cuenta Neira.
Dedicado mayormente al género documental, Neira realiza sus trabajos en lenguas nativas, algo en lo que seguro influye el que viva con una comunidad asháninka en la ciudad amazónica de Pucallpa, ubicada en el departamento de Ucayali (nororiente).
El Perú no es Lima
Perú es un país que padece de centralismo y donde la frase que reza que "el Perú es Lima" es de uso popular para referirse a la hegemonía de una capital a la que se le acusa de vivir de espaldas a lo que sucede en el interior. Este fenómeno, ciertamente real, ha tenido su correlato en la incipiente industria cinematográfica.
Desde luego, esto trajo quejas hacia un sector cultural que, si bien debe aceptar lo que libremente elija el espectador, también reclama apoyo del Estado para poder mostrarse y también demostrar que el cine en lenguas originarias tiene un potencial que merece ser explotado.
Felizmente para este propósito, en 2017 apareció el largometraje Retablo, una obra hablada en quechua y que logró un éxito considerable tanto comercial como de crítica: actualmente está incluida en la plataforma Netflix. Luego, en 2018 se estrenó Wiñaypacha, una cinta hecha por un realizador peruano entonces amateur, Óscar Catacora, y hablada en aymara. La cinta también tuvo éxito.
Cultura y autogestión
Estas cintas pueden entenderse como un impulso importante para el cine en lenguas originarias que vio en 2019 la creación de la Asociación de Cineastas de la Amazonía Peruana, un colectivo que busca realizar un cine no sólo en lenguas nativas sino con una temática que gire en torno a la cosmovisión y problemáticas de las comunidades.
Si bien el acceso a las salas es limitado y es, de hecho, el "cuello de botella" que impide la difusión de un cine que no deja de tener rasgos marginales; esto se trata de solucionar con la autogestión de espacios de exhibición. Por lo pronto, quien quiera echar una mirada a este cine, y en general al cine peruano, puede acceder a la plataforma online Cineaparte. Suficiente para tiempos de salas cerradas y distanciamiento social.