"Queremos abstenernos de comentarios, pero vuelvo a decir que los problemas internos bielorrusos los deben tratar las autoridades bielorrusas en un diálogo con los representantes de los que protestan, y Rusia no debe intervenir en esas protestas y máxime que llegó la etapa más caliente", dijo a la prensa.
Peskov insistió en que el diálogo debe entablarse entre los bielorrusos.
"Porque si los países extranjeros, incluida Rusia, empiezan a dialogar con la oposición sería una injerencia en los asuntos internos", apuntó el portavoz del Kremlin.
"No pensamos intervenir en esa situación, y además ya saben que el presidente Putin felicitó a Lukashenko por ganar las elecciones", subrayó el portavoz presidencial.
Peskov dijo que líderes de varios países de Europa se negaron a reconocer las elecciones presidenciales en Bielorrusia.
Injerencia externa
Moscú está preocupada por injerencia desde el exterior en la situación actual en Bielorrusia, destacó Peskov.
"Constatamos que tiene lugar una injerencia indirecta e incluso directa, estamos preocupados en esta relación y reiteramos otra vez que estamos seguros de que los problemas en Bielorrusia se deben resolver por los propios bielorrusos a través de un diálogo en el marco legal", señaló.
Peskov no precisó de qué países se trata.
"Vemos que se recurre a la injerencia en los asuntos internos de nuestro Estado. La respectiva información que estamos recibiendo de diversas fuentes no puede menos que preocuparnos. Estamos previendo diversas variantes de desarrollo de acontecimientos", dijo.
El ministro anunció que en esta situación él tomó la decisión de efectuar los ejercicios tácticos integrales en dirección de Grodno (oeste del país), que informó al respecto al jefe de Estado y que éste dio su visto bueno.
El tema de los ejercicios se formula como de defensa y operaciones especiales, concretó.
Contacto permanente
Además, Peskov afirmó que los presidentes de Rusia y Bielorrusia, Vladímir Putin y Alexandr Lukashenko, mantienen contactos permanentes.
"Los presidentes de los dos países están en contacto permanente, hablan por teléfono, intercambian opiniones", declaró Peskov al responder sobre la postura del Kremlin respecto a la situación en Bielorrusia.
Precisó que últimamente los dos líderes mantuvieron cuatro conversaciones telefónicas.
Conversación entre Putin y Michel
El presidente ruso, Vladímir Putin, sostuvo una conversación telefónica con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que calificó de contraproducente la presión sobre las autoridades bielorrusas, comunicó el Kremlin.
"Hubo una conversación telefónica entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien informó al mandatario ruso de la cumbre extraordinaria de la Unión Europea sobre Bielorrusia celebrada el 19 de agosto", indicó la nota.
El líder ruso, además, subrayó que la normalización de la situación que vive Bielorrusia responde a los intereses tanto de Rusia como de la Unión Europea.
Más tarde el presidente del Consejo Europeo confirmó sus conversaciones con Vladímir Putin.
"Ayer [el 19 de agosto] los 27 líderes europeos se solidarizaron con el pueblo de Bielorrusia en su deseo de decidir su propio destino, y hoy lo he repetido al presidente Putin", tuiteó Michel.
Según agregó, "hay un solo camino para avanzar, que son el diálogo político y el proceso democrático pacífico".
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas desde el 9 de agosto por los resultados de las elecciones presidenciales que dan como ganador al actual mandatario, Alexandr Lukashenko.
Según el escrutinio oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de Tijanóvskaya con el 10,12% de los apoyos. Los otros tres candidatos reunieron juntos poco más de 4%.
Luego los agentes de seguridad dejaron de usar la fuerza para dispersar las manifestaciones, pero las protestas continuaron en las calles y también trascendieron a algunas de las cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa impugna los resultados de las elecciones y exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.