"Hasta ahora, por lo que sabemos, no hay resultados de los análisis. Por tanto, todas las conjeturas siguen siendo conjeturas", dijo Peskov preguntado de si el Kremlin está al tanto de que Navalni habría sido envenenado con un alucinógeno, presumiblemente oxibutirato de sodio.
El portavoz añadió que, hasta donde sabe el Kremlin, "están involucrados los mejores médicos de Omsk", ciudad siberiana donde el opositor se encuentra hospitalizado.
Además, dijo que no ve necesario que se preparen informes especiales para el presidente Vladímir Putin sobre el estado de Navalni, pues es suficiente lo que publican los medios de comunicación.
Si el caso de Navalni requiere tratamiento en el extranjero, dadas las restricciones epidemiológicas actuales, las autoridades considerarán con rapidez la solicitud respectiva, aseguró Peskov.
Asimismo, el portavoz de la Presidencia rusa declaró que el Kremlin desea a Navalni una pronta recuperación.
"Por supuesto, como a cualquier ciudadano de nuestro país, le deseamos una pronta recuperación", dijo Peskov a la prensa.
La portavoz de la fundación FBK de Navalni, Kira Yarmish, supuso que habría sido envenenado con alguna sustancia añadida a su té, lo único que tomó por la mañana, en el aeropuerto.
El jefe médico adjunto del hospital BSMP-1 de Omsk, Anatoli Kalinichenko, declaró que los síntomas de Navalni no necesariamente son resultado de una intoxicación y que el diagnóstico definitivo se conocerá este 20 de agosto.