La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajárova, comentó al respecto que la implementación del acuerdo entre Estados Unidos y Polonia "fortalecerá cualitativamente el potencial ofensivo de las fuerzas estadounidenses en Polonia".
El 15 de agosto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el ministro de Defensa Nacional polaco, Mariusz Blaszczak, firmaron un acuerdo para fortalecer la cooperación militar. Además de ampliar la presencia militar estadounidense en el país, el documento permite a las fuerzas norteamericanas obtener acceso a instalaciones militares polacas adicionales.
Este despliegue causó preocupación al otro lado de la frontera polaca. Ese mismo día, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ordenó reubicar una brigada de fuerzas aerotransportadas. Durante su discurso en el Centro de Gestión Estratégica del Ministerio de Defensa de Bielorrusia, el presidente señaló el aumento del componente armado en las vecinas Polonia y Lituania, en cuyo territorio se llevan a cabo ejercicios militares de la OTAN.
La portavoz de la Alianza del Atlántico Norte, Oana Lungescu, a su vez aseguró que la presencia de la OTAN en Europa del Este tiene un carácter estrictamente defensivo, no representa una amenaza y está dictada con el objetivo de prevenir conflictos y preservar la paz.