"No es una buena cifra en tres días", manifestó en rueda de prensa el portavoz de la pandemia en España, Fernando Simón, quien explicó que la mayoría de estos contagios fueron diagnosticados en los últimos días.
Pese a esta cifra acumulada del fin de semana, el informe del Ministerio de Sanidad sostiene que solo 1.833 de estos nuevos casos se detectaron en la jornada anterior, es decir, el 16 de agosto.
Con respecto a las muertes por el coronavirus, el balance sitúa el total en 28.646, de las cuales 54 fueron notificadas en los últimos siete días.
"Una de las razones de estos 16.000 es que los casos se empiezan a dar en comunidades con más peso poblacional", explicó Simón, quien precisó que las regiones más afectadas siguen siendo Madrid, Cataluña y Aragón.
Los contagios no paran de crecer en todo el país y la incidencia del virus entre la población es de 125 casos por cada 100.000 habitantes, un dato que hace tan solo un mes estaba en 15. Pese al crecimiento de los contagios, el escenario no es equivalente al de los peores meses de la pandemia ya que cerca del 60 por ciento los positivos que se diagnostican a diario son asintomáticos. En la última semana se detectaron en España 20.000 casos sospechosos de COVID-19 cada día, con una edad media de detección es de entre 36 y 37 años.
No obstante, el virus sigue extendiéndose, y Simón explicó que el objetivo es "llegar a septiembre" con el menor incremento de casos diarios posible, coincidiendo con el inicio del curso escolar y la reincorporación de muchos trabajadores tras las vacaciones.
La semana del 17 de agosto ha comenzado con la entrada en vigor de 11 nuevas medidas para frenar el contagio de coronavirus en España. En la batería de medidas para contener el aumento de contagios de COVID-19 entran nuevas restricciones como prohibir fumar al aire libre, si no se puede mantener la distancia mínima de seguridad de dos metros, o el cierre de los locales de ocio nocturno.
Otras comunidades, como la de Madrid, barajan más medidas, como por ejemplo, prohibir comer en el Metro y en el autobús para minimizar el riesgo de contagio del coronavirus. Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado que "no se puede detener la vida en la ciudad", por eso el consistorio mantiene la celebración de las fiestas de la Mercè de finales de septiembre. Aunque seguirán todas las indicaciones sanitarias y "no será masiva ni con aglomeraciones".