El opositor afirmó que si Lukashenko "se marcha ahora y si entrega voluntariamente el poder, creo que no será perseguido... y es que es cuestión de negociarlo".
Sin embargo, según Tsepkalo, Lukashenko ahora deja claro que no está dispuesto a un diálogo con la oposición.
Asimismo declaró que mantendrá consultas sobre la situación en Bielorrusia con políticos estadounidenses.
El político matizó que se trata principalmente de "gente nueva", y no de aquellos con los que se comunicaba cuando trabajaba en Washington.
Al mismo tiempo señaló que "en un futuro cercano" se realizarán audiencias en el Congreso de EEUU.
"Pero no solo ellos [estadounidenses]. Ahora tengo encuentros con parlamentarios europeos y, por cierto, también me había reunido y hablado con parlamentarios rusos".
Según Tsepkalo son aquellos "quienes comparten nuestras aspiraciones y convicciones de que Bielorrusia debe ser un país democrático, civilizado, abierto a todo el mundo".
Tsepkalo, que huyó de Bielorrusia a fines de julio pasado ante una detención que parecía inminente, confirmó que su esposa e hijos, retenidos durante varias horas en la frontera ruso-ucraniana, ya se encuentran con él en Kiev.
El también procesado por un episodio de corrupción afirmó antes que se proponía mudarse de Ucrania a Polonia, y no descartó que de allí se trasladaría a Vilna.