"Llamamos a la Federación de Rusia a abstenerse de cualquier intervención, sea oculta o abierta, en la situación de Bielorrusia tras las elecciones, e instamos a las instituciones de la UE y los países miembros a contrarrestar con vigilancia cualquier acción de Rusia al respecto", dice el texto.
Los eurodiputados subrayaron que "las elecciones presidenciales del 9 de agosto no fueron libres ni justas, e unos informes creíbles apuntan a la victoria de Svetlana Tijanóvskaya”.
"Por ello no reconocemos a Alexandr Lukashenko como presidente reelecto de Bielorrusia y le consideramos persona non grata en la Unión Europea", señala el texto.
Los diputados de la Eurocámara expresaron su apoyo al pueblo bielorruso en su "demanda de unas elecciones nuevas y libres, supervisadas por observadores independientes".
"Llamamos a crear esta lista [de personas sancionadas] lo más pronto posible para que los individuos que cometieron estos crimines tengan prohibido el ingreso en la UE y que sus activos sean congelados", afirmaron miembros de la Eurocámara.
El 9 de agosto pasado Bielorrusia celebró las elecciones presidenciales. De acuerdo con el escrutinio oficial, en los comicios ganó el mandatario actual, Alexandr Lukashenko, con más del 80% de los votos, mientras que su principal rival, Svetlana Tijanóvskaya, reunió un 10% de los apoyos.
Tras el anuncio del escrutinio, la oposición declaró que no lo reconoce y aseveró que Tijanóvskaya en realidad logró entre el 70% y el 80% de los votos. En contra de la victoria de Lukashenko estallaron fuertes manifestaciones que encontraron una represión brutal: los agentes de seguridad recurrieron a gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo.
En los días posteriores las manifestaciones continuaron en las calles y también trascendieron a algunas de las cadenas de televisión públicas y compañías industriales: este 17 de agosto se declararon en huelga los empleados de la Planta de Tractores de Minsk, la empresa de la industria metalúrgica BMZ, la Fábrica de Automóviles de Minsk, y el mayor productor de fertilizantes de potasio Belaruskali, entre otras.
Lukashenko está convencido de que las manifestaciones en el país son una provocación organizada desde el exterior, y el 15 de agosto afirmó que acordó con el presidente ruso, Vladímir Putin, que Rusia ayudará a Bielorrusia a garantizar su seguridad si Minsk se lo pide. Este 17 de agosto en una reunión con trabajadores de la Planta de Tractocamiones de Minsk, Lukashenko subrayó que los comicios pasados fueron justos y "hasta que me maten no habrá otras elecciones".