Todos los vecinos locales lograron negociar condiciones que consideran justas, y la mayoría de ellos ha ido dejando el espacio libre para una autopista. Menos una señora con el apellido de Liang. Así que las autoridades chinas decidieron sortear la antigua casa.
"Creo que está mal poner una casa en el puente. No esperamos que la dueña de la casa haga una contribución a nuestra sociedad, pero debería apoyar al Gobierno de todas formas", comentó uno de los vecinos.
El edificio de una planta contiene un piso de 40 metros cuadrados y está situado en un hoyo en plena carretera, entre sus vías. Liang asegura que no aceptó mudarse porque el Gobierno no le había ofrecido una propiedad de reemplazo en un lugar ideal.
Añadió que estaba feliz de lidiar con las consecuencias y que no le importaba lo que los demás pensaran de ella.
"Ustedes creen que este ambiente es pobre, pero yo siento que es tranquilo, liberador, agradable y cómodo", afirmó.