Los representantes de las empresas expresaron su preocupación acerca de la reciente medida de Washington en una conversación telefónica con la Casa Blanca, informó The Wall Street Journal. Las empresas podrían "quedarse en una grave desventaja ante cada uno de sus competidores", advirtió el presidente del Consejo de Negocios EEUU-China, Craig Allen, citado por el medio.
El experto indicó que, para Washington, no es más que un "acto político". Al mismo tiempo, admitió que tanto Donald Trump, como el vicepresidente, Mike Penc,e o el secretario de Estado, Mike Pompeo, "no tienen suficientes conocimientos acerca de cómo funcionan las empresas tecnológicas".
Yongsheng subrayó que para una compañía grande,perder el mercado chino significaría perder entre un cuarto y un tercio del mercado global. Agregó que incluso si logran recuperar las posiciones perdidas, las empresas estadounidenses nunca podrán alcanzar más del 50% del mercado a nivel mundial.
El interlocutor de Sputnik añadió que, en cualquier caso, Tencent se quedará en el mercado chino, donde podrá continuar con su desarrollo. Además, puede optar por salir a los mercados de los países desarrollados y en desarrollo.
Yongsheng advirtió que Apple podría convertirse en una de las principales víctimas de las sanciones, y es que WeChat es el principal medio de comunicación para los chinos. Si se bloquea, entre 200 y 300 millones de usuarios chinos ya no podrán adquirir smartphones de Apple.
"Esto, a su vez, llevará a que su participación en el mercado de China se desplome y luego dejará de existir", señaló.
Anteriormente, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, Wang Wenbin, acusó a varios políticos estadounidenses —entre ellos, Pompeo— de intentar utilizar el poder estatal para presionar a las empresas tecnológicas chinas.
El Consejo de Negocios de EEUU y China, a su vez, publicó los resultados de un sondeo en el que participaron más de 100 empresas estadounidenses miembros del organismo. El 86% de los encuestados confesó que sus negocios fueron afectados por las contradicciones entre Pekín y Washington. Al mismo tiempo, el 83% de los participantes definió a China como uno de los socios comerciales extranjeros prioritarios, y el 87% declaró que no tiene previsto trasladar su producción fuera de China.