"Más de 2.000 ciudadanos ya han sido soltados para marcharse a casa. Este proceso no se detiene y continúa ahora mismo, aunque comprendemos que no tan rápido como se quisiera", dice el comunicado de la cartera.
El ministerio afirmó estar haciendo "lo posible para solucionar la situación".
Por otro lado, la nota destaca que la jornada anterior ha sido "la más tranquila de los últimos cuatro días".
Solo en "casos aislados durante los actos no autorizados", hubo agresiones por parte de algunos manifestantes, continúa.
"Así, en Vítebsk un efectivo del Interior resultó con lesiones y un vehículo policial fue dañado con una piedra", denuncia.
Desde el anuncio de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, que dan más del 80% de los votos al presidente actual, Alexandr Lukashenko, en el país continúan las manifestaciones masivas, que encuentran una represión brutal por parte de los agentes de seguridad.
Para dispersar las protestas, los servicios del orden recurrieron al gas lacrimógeno, cañones de agua, granadas cegadoras, balas de goma y en algunas ocasiones, incluso, a armas de fuego.
De acuerdo con los datos del Ministerio del Interior, al menos una persona falleció en las manifestaciones, varios centenares resultaron heridas y más de 6.700 fueron detenidas.