"Según las informaciones del Fondo de Inversiones Directas de Rusia (RDIF), la prometedora vacuna rusa fue presentada al ministerio de Salud de Brasil hace algún tiempo, cuando el preparado aún no había sido registrado en Rusia; sabemos que el órgano sigue de cerca el diálogo entre las instituciones rusas y los centros de investigación brasileños y, obviamente, no se descarta la posibilidad de establecer una asociación con Rusia a nivel federal", explicó el embajador a Sputnik.
Según dijo el embajador a esta agencia, con el estado de Bahía están terminando las negociaciones "sobre el texto del Memorando de Entendimiento, que deberá ser firmado para formalizar la asociación", y añadió que seguramente surgirán otros acuerdos con otras regiones del país.
El embajador confió en que el Gobierno de Bolsonaro no se deje llevar por la "campaña difamatoria" contra la inoculación rusa emprendida por algunos medios de comunicación y evalúe las posibilidades de la vacuna Sputnik V con los criterios adecuados.
"Estamos convencidos de que el juicio del Gobierno federal de Brasil se basa no sólo en las informaciones de los medios, que desgraciadamente a veces son tendenciosas e imprecisas, sino también en un análisis más profundo realizado por los especialistas del área y en los comunicados oficiales", expresó el diplomático.
El embajador remarcó que no cree que nadie del Gobierno brasileño considere apropiado hacer "evaluaciones prematuras" sobre una vacuna que en su opinión "hasta ahora ha comprobado perfectamente su eficacia y seguridad".
Según Guintsburg, las informaciones detalladas sobre los ensayos clínicos que comprueban la eficacia y seguridad de la vacuna serán presentada a la comunidad internacional en breve, y publicadas en revistas rusas y extranjeras.
De entre todas las vacunas en desarrollo, por el momento, el Gobierno federal de Brasil tan sólo llegó a un acuerdo formal con el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, para la producción local de 100 millones de dosis de su vacuna contra el COVID-19.
Ésta vacuna, igual que otras, como la china Sinovac, son probadas desde hace semanas en miles de voluntarios brasileños.