Una investigación publicada en el repositorio de artículos científicos medRxiv —donde los textos aún no han sido sometidos a revisión por parte de otros expertos— señala que el material genético del virus permaneció el aire, lo cual da evidencia que el nuevo coronavirus mantiene su capacidad de contagio fuera del cuerpo humano.
John Lednicky, virólogo que encabezó el estudio, expuso que las implicaciones de este descubrimiento son numerosas, en particular porque demuestra que las medidas de distancia física impuestas en todo el mundo (entre 1,5 y 2 metros) no son útiles para evitar contagios de las partículas del SARS-CoV-2 que floten en el aire.
Las gotículas respiratorias, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son las principales responsables de la transmisión del COVID-19, tienen un diámetro de más de cinco milésimas de milímetro y caen rápido al suelo por su propio peso.
En el hospital de Florida, los pacientes estudiados no habían sido sometidos a esta rutina. Ambos eran personas con las que se podía hablar y se ubicaban en una habitación sin ventanas, pero ventilada, donde el aire se cambiaba seis veces cada hora a través de filtros de partículas, según el estudio.
Ante esto, los investigadores advierten que los pacientes con síntomas respiratorios del COVID-19 también podrían ser capaces de producir aerosoles con coronavirus "viable", los cuales pueden ser una fuente de transmisión del SARS-CoV-2.