"La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó el miércoles [el 12 de agosto] la respuesta violenta de las autoridades bielorrusas a las manifestaciones pacíficas realizadas en todo el país después de las elecciones presidenciales y pidió que se escuchen las quejas de la gente", dice el escrito.
Asimismo, la Alta Comisionada pidió "la liberación inmediata de todos los que han sido detenidos ilegalmente y que se lleven a cabo investigaciones rápidas, exhaustivas, independientes e imparciales sobre todas las denuncias de violaciones de derechos humanos".
Las protestas estallaron en Bielorrusia el 9 de agosto por la noche, tras el anuncio de los primeros resultados de los comicios que daban como ganador al presidente Alexandr Lukashenko.
Según el escrutinio de la Comisión Electoral Central (CEC), Lukashenko, que aspira a su sexto mandato consecutivo, recibió el 80,08% de los votos; y la principal candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya, el 10,09%.