"Si nuestros socios europeos están dispuestos a confiar a Washington la solución de sus problemas de seguridad —sea en materia energética u otra— será asunto suyo", dijo Lavrov al reunirse con su homólogo alemán, Heiko Maas, de visita en Moscú este 11 de agosto.
El canciller ruso se refirió ante todo a los países que participan en el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 y a las sanciones estadounidenses impuestas a ese proyecto comercial.
"Las sanciones extraterritoriales y también las sanciones unilaterales a las que recurre no solo Estados Unidos sino la Unión Europea también, son ilegítimas, pero Estados Unidos no ve ningún límite —ninguna 'línea roja'— al imponer estas sanciones", comentó Lavrov.
En opinión del canciller ruso, EEUU persigue un solo objetivo: "tener la posibilidad y el derecho de hacer lo que se le antoje en la política internacional y en la economía mundial".
Nord Stream 2
Lavrov también afirmó que los participantes de Nord Stream 2 están determinados a que el proyecto del gasoducto sea realizado.
"Los participantes del Nord Stream 2, incluidos los rusos, alemanes y otros, están determinados a que este proyecto sea terminado, y, como entiendo, hay razones para considerar que esto ocurra en el futuro más próximo", dijo Lavrov en una reunión con Maas.
Lavrov dijo haber examinado con Maas la situación en torno a la implementación del proyecto Nord Stream 2, tomando en consideración la presión de las sanciones por parte de EEUU.
"Evaluamos la postura de Berlín, la postura de principio en apoyo a esta iniciativa exclusivamente comercial, que ayudará a diversificar las rutas de suministro del gas natural y fortalecer la seguridad energética de Europa, en la base de estimaciones de los propios países europeos y no las que se hacen desde el otro lado del Atlántico", dijo el ministro ruso.
En el proyecto participan compañías de Alemania, Austria, Francia, Países Bajos y Rusia.
La infraestructura europea, pensada para diversificar las rutas del suministro de gas, prevé la construcción de dos ramales para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural.
El tendido fue suspendido en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas, que realizaba las obras.
Se oponen además al nuevo gasoducto algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania. También Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso a Europa.
La soberanía nacional de Libia
Además, Lavrov durante la rueda de prensa declaró que el objetivo de los esfuerzos en Libia consiste en restablecer la soberanía y la independencia del país.
Según el jefe de la diplomacia rusa, "el objetivo final de todos los esfuerzos debe ser restaurar la soberanía, la integridad territorial y la condición de Estado de Libia, infringida gravemente como resultado de la aventura de la OTAN en 2011 en violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU".
"Compartimos el interés en resolver la situación en Libia. Reafirmamos los enfoques comunes de Rusia y Alemania relacionados con la solución política de ese conflicto, basada en los principios establecidos en los documentos finales de la conferencia de Berlín y confirmados en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU", destacó Lavrov.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
El Gobierno de Acuerdo Nacional goza del apoyo de Turquía y Catar, mientras el Ejército Nacional Libio es respaldado por Egipto y los Emiratos Árabes Unidos.