¿Se viene la noche?
Una oscuridad muy parecida a la noche recubrió como un manto la salida de España del emérito, según las primeras espadas de Unidas Podemos [UP], que llegaron a vociferar que, más que alivianar la tarea del actual monarca, Felipe VI, tal como el emérito adujo en su carta de despedida a su hijo como justificación de su autoexilio, lo que hizo fue huir de la justicia. Algo que provocó que Calvo le saliera a sus camaradas con los tapones de punta, por usar un término futbolístico.
La gravedad de la situación no ha sido tanto el planteamiento en sí de los cabezas de UP, sino el hecho de que son socios de Gobierno del PSOE, partido al que la ministra de Igualdad, Irene Montero, llegó a endilgar posible contubernio entre socialistas y la Casa Real para otorgar el salvoconducto exprés del que se habría servido Juan Carlos I.
"Respeto las decisiones que pueda tomar el PSOE desde la Moncloa pero no ha sido una decisión del Gobierno de coalición. Nosotros no estábamos al tanto", espetó la mujer de Pablo Iglesias.
Para entonces, la polémica ya estaba servida. Desde Esquerra Republicana de Catalunya, Gabriel Rufián también se puso el traje de fiscal contra el emérito: le acusó de huir de la justicia, mientras que el president de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, llegó a pedir la abdicación de Felipe VI.
Mientras, el presidente del Gobierno, tomó el camino del medio: "Este Gobierno va a defender siempre la estabilidad institucional. La estabilidad significa tener instituciones robustas y para eso necesitamos transparencia y ejemplaridad. Con lo cual, todo lo que haga la Casa Real en esa dirección de ejemplaridad y transparencia, el Gobierno de España y el conjunto de la sociedad lo aplaudirá", avisó Pedro Sánchez.
Para Luque, "el problema es que la monarquía funciona como una piedra angular de todo el entramado político y jurídico de España en las últimas décadas, y en el momento en que esta pieza se tambalea, todo el arco se tambalea".
¿El facilitador?
En un fragmento de la carta del rey emérito dirigida a su hijo, el Rey Felipe VI, y en la que le comunicó su decisión de abandonar España, se puede leer:
"Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España.
Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona".