La extradición "es necesaria y es fundamental para que se puedan desnudar todos los vínculos oscuros de la dictadura de Venezuela con el narcotráfico, con el lavado de activos y con una red criminal muy grande", dijo Duque a la emisora Radio Nacional.
Saab, nacido en el municipio colombiano de Barranquilla (norte) hace 48 años, es señalado por las autoridades de Estados Unidos de ser el principal testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, por lo que fue detenido el pasado 12 de junio cuando su avión hizo una escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral, de la isla norteña de Sal, en Cabo Verde.
Colombia ha entregado a EEUU "información pertinente y contundente sobre toda la maraña de empresas que se han vinculado a esa red de lavado de activos", señaló Duque en relación con la supuesta actividad ilícita del Gobierno de Venezuela.
Sobre ese aspecto aseguró que su administración ha colaborado "permanentemente en ese proceso" y que recién entregó "un gran paquete de información para solidificar todas las investigaciones que adelantan el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la DEA (Departamento Antidrogas de EEUU)".
Aseveró que el propósito con la extradición de Saab es que las autoridades estadounidenses puedan develar el supuesto entramado delictivo de la administración venezolana y "hacer una de las operaciones quizás más importantes en términos de congelamientos de activos para esas estructuras criminales".
Duque también informó que la "Fiscalía General de la Nación ya empezó un proceso de extinción de bienes de Alex Saab" en Colombia, para que se pueda judicializar "a todos aquellos que se han beneficiado de esa red".
Por último, Duque dijo que espera que la Fiscalía General de Colombia "siga avanzando en una extinción rápida de dominio y en develar todo ese entramado de compañías vinculadas a esas redes de narcotráfico y también de contrabando y de lavado de dinero".
El lunes, la prensa de Colombia reprodujo una carta publicada por el diario Inforpress, de Cabo Verde, que Saab envió al primer ministro de ese país, Ulisses Correia e Silva, en la que insiste que está "detenido ilegalmente" a la espera de "una solicitud de extradición infundada y políticamente motivada por parte de Estados Unidos".
Saab señaló en su misiva que EEUU lo acusa "sin aportar el mínimo de pruebas o de pruebas concretas de los presuntos delitos", y que Cabo Verde deberá asumir las consecuencias legales y políticas de su extradición, ya que, dijo, es un enviado especial del Gobierno venezolano.