"Coordinamos acciones para reforzar la seguridad en el país. No vamos a permitir que intereses políticos afecten los derechos, ni la vida de los bolivianos", dijo vía Twitter la presidenta Jeanine Áñez, al dar cuenta de las decisiones que tomó a primera hora de la mañana en una reunión con su gabinete ministerial.
Empezamos la semana con la reunión de gabinete. Avanzamos en temas de salud y economía. Además, coordinamos acciones para reforzar la seguridad en el país. No vamos a permitir que intereses políticos afecten los derechos, ni la vida de los bolivianos. pic.twitter.com/SJanIEtRnB
— Jeanine Añez Chavez (@JeanineAnez) August 10, 2020
Sobrevuelos de aviones de combate se sumaron a media mañana a la movilización extraordinaria de militares y policías que había sido advertida desde la madrugada en algunos barrios de La Paz y El Alto, en particular los cercanos a carreteras bloqueadas como parte de la huelga general declarada por la Central Obrera Boliviana y el llamado Pacto de Unidad.
"Hoy amanecieron militarizadas las ciudades de La Paz, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este) para poder garantizar a los bolivianos primero la vida y la libre transitabilidad", dijo a reporteros el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, casi al mismo tiempo que la divulgación del tuit presidencial.
Fuerza y diálogo
La acción de fuerza oficial ocurrió al día siguiente de que fracasaran dos diálogos sucesivos para resolver el conflicto iniciado por el rechazo de sindicatos y otros sectores sociales al aplazamiento de las elecciones generales —del 6 de septiembre al 18 de octubre— decidido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El mismo día, un diálogo nacional convocado por la presidenta Áñez no dio resultado a causa de la inasistencia de la COB, los líderes parlamentarios y los considerados principales candidatos.
"Queda claro que no es la fecha de las elecciones, aquí se quiere tratar de generar convulsión como se hizo en el mes de octubre", afirmó el ministro Núñez.
En octubre de 2019, grupos movilizados y representantes de diversos sectores políticos demandaron la renuncia de Áñez a la Presidencia y a su candidatura.
El 9 de agosto, la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, llamó a quienes realizaban los bloqueos a evitar hechos de violencia y permitir el paso de vahículos con oxígeno y otros insumos médicos, ante denuncias gubernamentales de un alarmante agotamiento de materiales esenciales en los hospitales que atienden los crecientes casos de COVID-19.
Dirigentes sindicales dijeron que había más de 100 puntos de bloqueo en rutas principales y secundarias del país y la estatal Administradora Boliviana de Carreteras reportó al menos 77 cortes de carreteras.
Según consignaron medios locales, hubo también bloqueos en barrios de El Alto y Cochabamba.