En octubre pasado, el presidente de la empresa rusa Rusatom Overseas, Evgueni Pakermánov, dijo a Sputnik que Rusia y Argentina estudiaban la posibilidad de cooperar en la construcción de centrales nucleares flotantes y terrestres de baja potencia.
"Argentina ha estado en un momento económico muy crítico. Estos planes no han sido atendidos debido a unos motivos económicos y financieros y se aplazan para un futuro cercano. Aún se están considerando, aún resultan interesantes, solo que a lo mejor tendrán que esperar un poquito más", comentó al respecto el embajador argentino al conversar con Sputnik.
En 2018 Rusia y Argentina firmaron al margen de la cumbre del G20 un documento estratégico sobre colaboración en el uso de la energía nuclear. Se trata en particular sobre la construcción de una central nuclear flotante y una central nuclear de alta potencia.
Videoconferencia de la comisión bilateral
Argentina y Rusia pretenden celebrar en lo que resta del año una videoconferencia de la comisión bilateral para la cooperación económico-comercial, reveló Lagorio.
La sesión de este año de la comisión bilateral debía celebrarse en el ámbito del Foro Económico de San Petersburgo, pero el evento resultó cancelado por la pandemia del COVID-19.
"Tenemos la comisión mixta sobre la economía que se reúne de forma anual, pretenden reunirse en un futuro cercano pero mediante una videoconferencia (...) definitivamente sería antes de fin del año pues no podemos tener un año sin reunirnos", dijo el embajador argentino a Sputnik.
El diplomático adelantó que en la próxima sesión las partes examinarán la manera de adecuar los vínculos económicos bilaterales al paradigma del siglo 21, incluyendo los ámbitos de la energía nuclear y las fuentes de energía renovables.
"El tema del uranio es muy importante siendo este un asunto orientado al siglo 21 en nuestra relación bilateral", dijo Lagorio.
En enero de 2018, en el marco de la visita oficial del entonces presidente argentino Mauricio Macri a Rusia, se firmó un un memorándum de entendimiento para la exploración y explotación de uranio en Argentina con el uso de la tecnología denominada 'recuperación in situ'.
La inversión prevista sería de 250 millones de dólares, y se estima la generación de unos 500 puestos de trabajo, según anunció entonces la Cancillería argentina.
