La Asociación Sueca para la Educación Sexual (RFSU) ha estudiado los hábitos sexuales de los suecos y encontró que una de cada cuatro personas tiene relaciones sexuales cada dos meses o incluso menos.
Esto no es suficiente, al menos si uno está en una relación, piensa la sexóloga Tanya Sukhinina. En su opinión, una vez a la semana es lo más saludable. Pero para una vida sexual sana, lo más importante es que la proximidad se debe a la motivación adecuada.
"A veces, la gente se encuentra en una situación en la que el sexo se convierte en la manera de resolver todos los problemas", explica la sexóloga.
Ejemplos de los motivos correctos son el deseo de divertirse y de pasar un tiempo con sentido, de experimentar una sensación de intimidad, de placer, o incluso de jugar, afirma. Es mucho peor si una persona trata de evitar algo desagradable con la ayuda del sexo como el mal humor de su pareja, la preocupación de que algo está mal en una relación o el sentimiento de no ser amado.
En otras ocasiones, el sexo es tan bueno que una persona hace la vista gorda a todo lo demás, incluso a problemas serios. Es raro que el exceso de intimidad sea un problema. Más bien puede ocurrir que hay muy poco de todo lo demás, por ejemplo, otras actividades conjuntas, junto con la incapacidad de resolver conflictos y de cuidarse mutuamente, concluye la experta.