Previamente se informó de 137 muertos y unos 5.000 heridos.
El CICR resaltó que pide una vez más asistencia a las víctimas de la explosión, reiterando su disposición a prestarles un mayor apoyo.
La fuerte explosión que se produjo el 4 de agosto en el puerto marítimo de Beirut en cercanía de una base naval del Líbano destruyó y dañó decenas de viviendas y automóviles, causó al menos 137 muertos y cerca de 5.000 heridos y dejó a unas 300.000 personas sin hogar, según los últimos datos.
En el país se declararon tres días de luto y el estado de emergencia por dos semanas.
Se estima que la explosión fue provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto. La tragedia se agrava por la crisis económica y financiera que el Líbano está afrontando desde hace seis meses.