"La presencia ilegal del contingente militar estadounidense en el norte de Siria es el factor principal de inestabilidad social y política, impide el desarrollo del diálogo entre los distintos bandos del conflicto sirio, así como la restauración de la vida pacífica", dijo Scherbitski ante la prensa.
Precisó que varias localidades en la orilla este del Éufrates fueron tomadas bajo el control de milicias tribales árabes que están en contra de los grupos armados respaldados por EEUU.
Además, denunció una "situación tensa que se está desarrollando en el sur de la zona de distensión de Idlib".
Scherbitski también señaló que Rusia se reserva el derecho a responder a los ataques de radicales en regiones sirias vecinas a la zona de distensión.
"De acuerdo con los pactos firmados, nos reservamos el derecho de tomar medidas de respuesta a los miembros de grupos terroristas, cuyas acciones pueden convertirse en una amenaza para la vida del personal militar ruso y sirio, así como para la de civiles en áreas vecinas a la zona de distensión", recalcó.
Agregó que Rusia, junto con el Gobierno sirio, está dispuesta a tomar todas las medidas necesarias para estabilizar la situación en el norte de Siria, asegurar la reanudación del diálogo nacional y garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes de la región.
"Esperamos que Turquía fortalezca las medidas destinadas a eliminar a los terroristas, garantizar la seguridad de las patrullas conjuntas y aplicar las disposiciones del memorando ruso-turco del 6 de marzo de 2020", dijo Scherbitski.
Además, el militar ruso comunicó que "los terroristas están bombardeando las posiciones de las fuerzas gubernamentales de Siria, intentando atacar la base aérea rusa Hmeymim utilizando vehículos aéreos no tripulados y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de alcance largo".
"El mando de las Fuerzas Armadas de Rusia en Siria y las Fuerzas Armadas de Siria se ven obligados a tomar medidas para neutralizar la amenaza terrorista", puntualizó.
El 22 de octubre de 2019 Turquía y Rusia acordaron el despliegue de sus policías militares en el norte de Siria, pero fuera del área en la que operan las tropas turcas.
Los mandatarios consensuaron también la creación de un corredor de seguridad de 12 kilómetros de ancho, seis a cada lado de la autopista M4, que une a Latakia y Alepo, con misiones de patrulla ruso-turcas que comenzaron el pasado 15 de marzo en esa ruta estratégica.