"La explosión y destrucción del puerto agravarán la sombría situación económica, así como la situación de seguridad alimentaria en el Líbano", dice el documento.
El país, indica, antes de la explosión "ya vivía la peor crisis económica de su historia agravada por la pandemia del COVID-19".
El Líbano, según la declaración, importa casi el 85% de sus alimentos, por tanto los graves daños ocasionados al puerto de Beirut podrían hacer que "los precios de los productos alimenticios sean inaccesibles para muchos".
"El PMA realiza una evaluación rápida de la situación sobre el terreno para estar preparado para prestar asistencia de emergencia a miles de personas que se quedaron sin techo en una sola noche, resultaron heridos, o a los que necesitan ayuda en estos tiempos difíciles", señala.
Además, el PMA expresó sus condolencias al pueblo libanés al destacar que "está muy afligido por las explosiones en el Líbano".
Actualmente, según el PMA, un millón de personas en el Líbano viven por debajo del umbral de pobreza.
Al menos 135 personas murieron y más de 5.000 resultaron heridas por una doble explosión que tuvo lugar en Beirut el 4 de agosto.
La explosión, provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, dañó la mitad de los edificios en la capital libanesa, dejó a unas 300.000 personas sin hogar y causó un impacto económico de 10.000 a 15.000 millones de dólares, según estimaciones recientes.