"La destrucción del puerto puede tener consecuencias desastrosas para los ciudadanos libaneses, por la pérdida de la capacidad de importar los bienes necesarios. También afectará la entrega de ayuda humanitaria, incluido el trabajo de apoyo del CICR al Líbano y a la vecina Siria", afirmó la organización en un comunicado.
La Cruz Roja advierte que la única alternativa para el envío de ayuda sería el puerto libanés de Trípoli, pero se necesita bastante tiempo para prepararlo para esos fines.
Según el documento, el empeoramiento de la situación con las importaciones conducirá a un aumento aún mayor de los precios.
La fuerte explosión que se produjo el 4 de agosto en el puerto marítimo de Beirut en cercanía de una base naval del Líbano destruyó y dañó decenas de viviendas y automóviles, causó al menos 137 muertos y cerca de 5.000 heridos y dejó a unas 300.000 personas sin hogar, según los últimos datos.
En el país se declararon tres días de luto y el estado de emergencia por dos semanas.
Se estima que la explosión fue provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto. La tragedia se agrava por la crisis económica y financiera que el Líbano está afrontando desde hace seis meses.