"El ministro de Salud, en coordinación con el Gobierno y Relaciones Exteriores, para eliminar los vuelos humanitarios para panameños, que podrán entrar cumpliendo con medidas de hisopado y cuarentena obligatoria", anunció Cortizo durante un recorrido por un centro local de acopio.
Un requisito para esta flexibilización es que los viajeros panameños presenten una prueba negativa de COVID-19 realizada en las últimas 24 horas previas al regreso, y al llegar al país tendrán que someterse a una cuarentena.
El Aeropuerto Internacional de Tocumen funciona actualmente como un mini-hub humanitario para el traslado de pasajeros hacia Panamá o a diferentes países de la región.
Además, solo se permitirá la entrada controlada de pasajeros al territorio nacional, previa autorización de la autoridad sanitaria.
El Ministerio de Salud autorizará o negará el ingreso a Panamá de cada vuelo, atendiendo al nivel de propagación del COVID-19 en el país de origen, el estatus epidemiológico del país de embarque, la cantidad de pasajeros y su condición de salud.
Panamá superó ya los 69.000 casos confirmados de COVID-19, de los cuales 1.522 fallecieron.