"Simpatizamos profundamente con el pueblo libanés, las familias de los muertos y heridos, y expresamos un pesar profundo por esta tragedia nacional", dice el comunicado.
Hizbulá llamó a todas las fuerzas políticas del Líbano a unirse ante la tragedia "para superar las consecuencias de esta dura prueba".
El movimiento señaló que está dispuesto a usar todas las posibilidades a su alcance para "proporcionar asistencia a los libaneses en caso de necesidad".
De acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Salud, citados por la cadena Al Jazeera, la explosión provocó casi 80 muertos y más de 4.000 heridos. El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, afirmó que las explosiones afectaron la mitad de los edificios de la capital libanesa.
El jefe del Servicio de Seguridad del país, el general Abbas Ibrahim, informó que según los datos preliminares las explosiones se produjeron después de que detonaran materiales explosivos almacenados durante mucho tiempo en el puerto.
Por su parte, el primer ministro del país, Hassan Diab, confirmó que en el puerto estaban almacenadas en condiciones inadecuadas 2.750 toneladas del nitrato de amonio durante seis años.