"Al menos 29 personas murieron y 50 resultaron heridas", dijo el portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, Attaullah Khogyani, al agregar que los agentes de seguridad tardaron 18 horas en repeler el ataque.
El 2 de agosto se produjo una explosión en la entrada de la prisión de Jalalabad. Los atacantes detonaron un coche bomba para abrir el camino hacia la prisión donde se enfrentaron con las fuerzas de seguridad. El portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, Attaullah Hogyani, reportó cinco muertos y más de 40 heridos.
Según 1TV News, entre los fallecidos hay civiles y agentes de seguridad. El canal Ariana News informó citando a las autoridades de 13 muertos y decenas de heridos.
El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa del país, Fawad Aman, confirmó que el ataque fue repelido.
El jefe de la Policía de Nangarhar, Emal Niazi, informó que ocho de los atacantes fueron abatidos.
De acuerdo con Tolo News, en total, en la cárcel se encontraban 1.500 presos, unos 700 que escaparon fueron capturados y devueltos. La cadena no precisa cuántas personas se dieron a la fuga.
Los radicales del movimiento talibán niegan su implicación en el atentado.
Según medios, el ataque se atribuyó la organización terrorista el Estado Islámico proscrita en Rusia.