Así luce el competidor natural de estos equinos. Estos amigos, que paseaban por la localidad de Barry, en Gales, se frenaron de golpe al avistar a un simple caballo de madera de balancín.
El más joven de los dos caballos no quiso ni acercársele al pequeño juguete que se encontraba a un lado de la carretera. Sin embargo, su jinete siguió insistiendo.
Mientras, el caballo más experimentado logró acercársele un poco más. Ante las burlas de sus respectivas dueñas, el equino logró calmarse y hasta olfateó al misterioso enemigo. Al ver que no representaba una amenaza, comió incluso cerca de él.
Por su parte, al caballo más joven no le inspiró confianza la pequeña imitación de madera, por lo que tras acercársele, se retiró rápidamente.
