En la noche del 29 al 30 de julio, unos desconocidos secuestraron la escultura de Rokossovski del cementerio conmemorativo situado en Legnica, en el oeste de Polonia. Más tarde el monumento decapitado fue encontrado en una de las calles de esta ciudad.
"Tras enterarnos para nuestro pesar sobre un nuevo acto de vandalismo, queremos expresar la esperanza de que los organismos competentes polacos encuentren a los vándalos y les exijan responsabilidad", dijo a los periodistas el jefe adjunto del departamento de perpetuación del recuerdo de los defensores de la patria del Ministerio de Defensa de Rusia, Andréi Taránov.
La Sociedad de Historia Militar de Rusia expresó indignación con motivo de lo sucedido, su experto, Nikita Buránov, dijo a Sputnik que "lo de cortar la cabeza a una estatua es una auténtica locura, ninguna persona normal puede hacerlo".