"Diría que represalias no, consecuencias sí; cada país es responsable de sus decisiones, las consecuencias que estamos viendo en el mundo es que hay un recelo de la empresas que se basan en la propiedad intelectual en invertir en países donde esa propiedad intelectual no sea protegida", dijo el embajador en una entrevista con el diario local O Globo.
El embajador estadounidense remarcó que la selección de los proveedores de 5G no es una cuestión comercial, sino de "seguridad nacional", por lo que EEUU aconseja a sus aliados que confíen en proveedores que tengan sus mismos valores y que no usen la tecnología para "reprimir a las personas".
Chapman confirmó que el Gobierno de Donald Trump está "decidido" a ayudar a los países que quieran comprar productos de proveedores "de confianza", y citó los 60.000 millones de dólares disponibles en la International Development Finance Corporation, que puede financiar proyectos de interés de EEUU y sus aliados.
El embajador también avanzó que EEUU y Brasil están avanzando en un miniacuerdo comercial que podría mejorar el clima de negocios: "Ahora nos estamos concentrando en las reglas de facilitación del comercio y de regulación para el comercio digital", explicó.
Sobre las inversiones crecientes de China en Brasil, el embajador alertó de que esconden intereses políticos, citando el ejemplo de la petrolera china que el año pasado fue la única empresa extranjera que se presentó a una macrosubasta de pozos de petróleo en Brasil.
El embajador estadounidense también se refirió al episodio de las críticas del presidente de la Comisión de las Relaciones Exteriores de la Cámara de EEUU, el demócrata Eliot Engel, al diputado e hijo del presidente Eduardo Bolsonaro, por hacer campaña a favor de la reelección de Donald Trump.
Chapman dijo que él es un "gran defensor de la libertad de expresión" y que no dirá a nadie si debe hablar bien o mal de su presidente.
Al ser preguntado sobre si le incomodaría que el presidente ruso Vladimir Putin expresara públicamente su apoyo a Trump, el embajador respondió: "Eso depende de él. No quiero hablar sobre el señor Putin ni sobre otros líderes autoritarios del mundo, los voy a dejar de lado".
El embajador estadounidense mantiene una estrecha relación con el presidente Bolsonaro y con su hijo Eduardo, principal puente entre la Administración brasileña y la de Trump en EEUU.