Si viajásemos en el tiempo, apareciéramos a mediados del siglo XIX y preguntásemos cómo creen que será el mundo del mañana, las respuestas probablemente serían la mezcla de un punto de realidad, algo de catastrofismo u optimismo, a gusto de la persona, y altas dosis de ensoñación. Coches voladores y solares, ciudades submarinas, grandes cúpulas para proteger de las inclemencias meteorológicas, escobas eléctricas…inventos que en pleno 2020, todavía no han llegado. Lista en la que también entrarían los viajes espaciales. Pero, estos últimos no están tan ligados a la fantasía futurista.
La corporación ha presentado el diseño interior de la VSS Unity, la nave que transportará turistas más allá de la troposfera. Con espacio para seis tripulantes, la cabina ha sido concebida para garantizar la seguridad y la comodidad del pasaje.
Providing safety without distraction, quietly absorbing periods of sensory intensity, and offering each astronaut a level of intimacy required for personal discovery and transformation. Take a look at the interior design of our spaceship cabin. https://t.co/mHy1c3JWUB pic.twitter.com/CQfDjTCZg3
— Virgin Galactic (@virgingalactic) July 28, 2020
La VSS Unity, sin alcanzar ensoñaciones futuristas, cuenta con una serie de asientos de aluminio y fibra de carbono, recubiertos de tela, que se ajustan al tamaño de cada pasajero. Estos son reclinables para adaptarse de la mejor manera posible al despegue y aterrizaje, aunque el cambio de ángulo de los asientos lo controlan los pilotos.
La idea de la compañía es que el turista disfrute del viaje y no tenga que preocuparse por nada, ni tan siquiera de documentarlo. Motivo por el que se integrarán cámaras en toda la cabina para capturar imágenes y vídeos de alta calidad. Estas se situarán en las ventanas y los viajeros podrán hasta sacarse un selfie.
Más de 1.000 personas se han interesado en este viaje. En caso de convertirse en los primeros turistas espaciales, tendrán que acudir al puerto espacial de Nuevo México de la compañía, desde donde despegan las naves. Previamente, tendrán que pagar unos 213.000 euros. Un precio a la altura de las estrellas.