Los barcos, que se hundieron en el lago durante el Imperio romano, fueron traídos a la superficie en entre 1928 y 1932, en una operación respaldada por el dictador italiano Benito Mussolini. Se convirtieron en las piezas centrales de un museo a orillas del lago, detalló el medio.
En 1944, cuando los soldados nazis se retiraban de la ciudad, tras la llegada de tropas aliadas en Salerno y Anzio, los barcos fueron incendiados. Se cree ampliamente que los alemanes convirtieron las embarcaciones en humo como un acto de venganza.
Ahora, 76 años más tarde, Alberto Bertucci, el alcalde de Nemi, busca compensación por lo que considera un acto flagrante de profanación cultural. La suma solicitada se destinaría a la construcción de réplicas en tamaño real de las embarcaciones.
"Eran barcos palacios, residencias opulentas llenas de maravillas artísticas y también mecánicas con sistemas de agua caliente, baños termales, mosaicos, columnas, áreas para el culto de la Diosa Diana, de quien Calígula era muy devoto", dijo el alcalde al periódico Corriere della Sera.
"Nos gustaría que, con un gesto significativo de espíritu europeo, las autoridades alemanas colaboraran con nosotros para reconstruir lo que emergió de los dos barcos utilizando nuevas tecnologías de reproducción", afirmó el político.