"El represor Gonzalo Sánchez fue procesado con prisión preventiva por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral", informaron fuentes judiciales a las que accedió Sputnik.
Conocido como Chispa en los expedientes judiciales, el represor fue detenido el 11 de mayo en la ciudad brasileña de Paraty, en el estado de Río de Janeiro, y extraditado a Argentina tres días después para que respondiese ante la justicia argentina por los crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.
El genocida formó parte del Grupo de Tareas 3.3.2 de la Armada que operó en el centro clandestino de detención de la Escuela Superior Mecánica de la Armada (ESMA), en la ciudad de Buenos Aires.
El 25 de marzo de 1977, Sánchez intervino en el operativo en el que fue emboscado el periodista y escritor Rodolfo Walsh, integrante de la organización guerrillera Montoneros.
Búsqueda y captura
El juez federal argentino Sergio Torres solicitó en 2011 a Brasil la extradición del represor para ser indagado en tres expedientes judiciales relacionados con delitos de lesa humanidad.
Otra de las causas indaga en el secuestro del autor de Operación Masacre, que durante la emboscada fue herido de muerte al tratar de resistir y herir con una pistola a uno de sus agresores antes de que se lo llevaran en un automóvil, y cuyo cuerpo fue visto por sobrevivientes de la ESMA en el predio donde funcionó el centro de exterminio.
Sánchez fue a vivir durante la década de los años 90 a la ciudad de San Antonio Oeste, en la provincia argentina de Río Negro (sur), donde fue declarado persona no grata por parte del Concejo Deliberante tras presumir de su pasado represivo.
A comienzos de 2000, el genocida de fugó a Brasil, donde evitó una orden de captura tramitada por el juez federal Sergio Torres, a cargo de la pesquisa de la megacausa ESMA.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil concedió al año siguiente la extradición del represor argentino, que hoy tiene 69 años, "por el delito de secuestro".
En un fallo que votaron la mayoría de los magistrados brasileños, se consideró que "los delitos de secuestro tienen naturaleza permanente y, por lo tanto, no prescriben en la medida en que no sean encontradas las víctimas".
Su extradición fue la primera que concedió a Argentina el presidente brasileño Jair Bolsonaro, que se jacta de la dictadura de su propio país además de reivindicar figuras como al dictador paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989) y al de Chile Augusto Pinochet (1973-1990).
El terrorismo de Estado en Argentina causó 30.000 desaparecidos y se apropió de al menos 500 niños nacidos en cautiverio.