"El consumo diario de grandes cantidades de frutas y verduras proporcionará al cuerpo una variedad de sustancias vegetales que equilibran los procesos inflamatorios innecesarios, reducen el daño y protegen las células del proceso de envejecimiento", explicó el doctor y científico Rupy Aujla.
Agregó que mantener una dieta baja en proteínas es capaz de prevenir la producción excesiva de la hormona de crecimiento que está encargada de acelerar los cambios relacionados con la edad.
"Todo se reduce a mis principios de una dieta saludable: principalmente vegetales, grasas saludables [que se puede encontrar en nueces y semillas], comer alimentos ricos en fibra y alimentos enteros sin procesar", señaló al tabloide The Sun.
El científico concluyó que para mantenerse joven también es recomendable dejar de consumir los alimentos con alto contenido en hierro como las carnes rojas (de res o cordero), ya que si bien son saludables sobre todo para aquellas personas que padecen de anemia o falta de glóbulos rojos, su consumo puede provocar cambios bruscos de envejecimiento.
