"La Sala considera probado que Iparraguirre ordenó ejecutar la muerte del militar a Sergio Polo —alias 'Lur—, que en aquella época constituía él solo un comando legal de ETA", informó la Audiencia Nacional.
Sergio Polo ya fue condenado a 110 años de prisión por el mismo asesinato. En su sentencia los magistrados destacan la "especial perversidad y falta absoluta de respeto por la vida e integridad de las personas" que muestra Anboto hacia las víctimas del atentado.
En concreto, la sentencia le impone:
- una pena de 30 años por un delito de asesinato terrorista contra miembro de las Fuerzas Armadas;
- cuatro penas de 20 años por asesinato terrorista frustrado por cada uno de los heridos en el atentado —la hija del comandante que viajaba en el coche en el asiento del copiloto y tres transeúntes—;
- otros 12 años por tenencia de explosivos.
Se trata del primer juicio al que Anboto se enfrenta en España tras ser entregada por Francia, donde ha cumplido varias condenas. Además de esta, la antigua integrante de ETA tiene otras 11 causas pendientes en España.
Según relata la sentencia, Anboto pasó a formar parte del aparato militar de ETA en 1993, y un año más tarde ya se encontraba al frente de los "comandos legales", integrados por militantes no fichados por la policía, lo que daba un mayor margen para operar fuera del radar de las autoridades.
Desde esa posición, Anboto "transmitía a los comandos las órdenes concretas de ETA respecto de los objetivos contra los que había que atentar" y "daba instrucciones sobre la forma en la que debían perpetrarse las acciones".
Del mismo modo —prosigue la sentencia— les facilitaba explosivos y armas, o les hacía llegar el material necesario para su fabricación casera, además de suministrarles fondos para poder desarrollar su actividad.
Una de las pruebas utilizadas para considerar probada la participación de Anboto en este atentado es una carta encontrada en un piso franco utilizado por Sergio Polo.
En esa carta Anboto le explica cómo colocar la bomba para asegurar un resultado mortal, poniendo como ejemplo un atentado sin resultado de muerte contra un militar solo un mes antes.
Además, los magistrados tuvieron en cuenta las declaraciones de miembros de ETA en otras causas que identificaban a Anboto como responsable de los comandos legales hasta 1998.