El periódico serbio Vecernje novosti informó previamente, citando a sus fuentes, que las autoridades de Pristina ya pagaron 170 millones de euros a Alemania por el suministro de armas y el entrenamiento del personal de la Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF) y están negociando la compra de un lote de fusiles de asalto Heckler & Koch Gewehr 36 y tanques Leopard 2.
"Armar a un 'ejército' que, de acuerdo con la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, no debería existir, es una violación del derecho internacional, una violación de las leyes alemanas y también una señal a Serbia", dijo Vulin.
Además el ministro calificó de "hipocresía o locura" suministrar armas a los terroristas albaneses, cuyos líderes fueron acusados en La Haya de crímenes de guerra y al mismo tiempo esperar la paz y la estabilidad en la región".
Señaló que "cuando Alemania muestra su fuerza militar, todo el mundo debería preocuparse por su futuro, la historia se repite".
El viceministro de Fuerzas de Seguridad, Agim Ceku, declaró en noviembre de 2018 que el Ejército kosovar tendrá su propia artillería, sistemas de misiles antiaéreos, medios de protección química y biológica "con fines de defensa".
En 1999, la confrontación armada entre los separatistas albaneses del Ejército de Liberación de Kosovo y el Ejército y la Policía serbios provocó los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia, integrada en aquel entonces por Serbia y Montenegro.
El 17 de febrero de 2008, Kosovo proclamó de modo unilateral su independencia de Serbia.
Por el momento, la independencia de ese territorio ha sido avalada por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la Unión Europea, pero no goza del reconocimiento de Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Israel, Irán y otros países.