"Debido a la naturaleza de sus trabajos, el teletrabajo no es una opción para muchas mujeres", dice el texto, titulado "'La brecha de género COVID-19".
El artículo de Georgieva y tres altos funcionarios de investigación del FMI continúa diciendo que la pandemia "amenaza con revertir los logros alcanzados en oportunidades económicas para las mujeres, ampliando las brechas de género que persisten a pesar de los 30 años de progreso".
En Brasil, esa proporción es de 67%, mientras que en algunos países de bajos ingresos, solo alrededor de 12% de la población, como máximo, puede trabajar de forma remota.
"Es más probable que las mujeres trabajen en sectores sociales, como las industrias de servicios, el comercio minorista, el turismo y el alojamiento, que requieren interacciones cara a cara", según la publicación.
Según los autores, "estos sectores son los más afectados por el distanciamiento social y las medidas de mitigación. En EEUU, el desempleo entre las mujeres fue dos puntos porcentuales más alto que el de los hombres entre abril y junio de 2020".
"El empleo informal, a menudo compensado en efectivo sin supervisión oficial, deja a las mujeres con salarios más bajos, sin protección de las leyes laborales y sin beneficios como pensiones o seguro de salud", dicen los autores.
En Colombia, la pobreza de las mujeres aumentó 3,3% debido al cierre forzado de las actividades económicas por la pandemia, dice el artículo.
En Canadá, el reporte de empleo de mayo mostró que la tasa de ocupación de las mujeres aumentó 1,1% en comparación con el 2,4% para los hombres, ya que los problemas sobre el cuidado infantil persistieron.