Al término de las protestas los manifestantes se dispersaron y marcharon en distintas direcciones de la ciudad, con cientos de ellos bloqueando el recorrido del tranvía.
La protesta contra la corrupción de Netanyahu se convocó bajo el eslogan "Día de la Bastilla" por tener lugar el 14 de julio, símbolo de la Revolución Francesa, repitiendo el lema de la aquella revolución del siglo dieciocho: "libertad, igualdad, fraternidad".
Los convocantes se refirieron a Netanyahu como "ministro del crimen".
Algunos manifestantes exigieron que se establezca una comisión de investigación para examinar el papel de Netanyahu en el llamado "caso de los submarinos", donde supuestamente intervino el primer ministro y según los manifestantes obtuvo una considerable comisión por la adquisición de varios submarinos fabricados en Alemania.
Entre las consignas más coreadas estaban: "Netanyahu, a la prisión Masiahu", "Nuestro país y no Netanyahu", "Fuera Netanyahu" y "Dimisión".
Algunas de las pancartas exhibidas decían: "Netanyahu, tu corrupción nos cuesta la salud", "Deja de deteriorar la situación y dimite", "Sal de la residencia" y "No vamos a dejar pasar el caso de los submarinos".
Paralelamente a estas protestas, cientos de israelíes se reunieron en una plaza de Tel Aviv para manifestarse a favor de las personas que están sufriendo las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus y a favor de la "justicia social".