Hace 50 años, una niña argentina aterrizó en España. Una pequeña inconformista con una gran ambición: cambiar el mundo o, al menos, su país. Su nombre era Mafalda.
Una pequeña revolucionaria de tinta y papel que pudo cruzar el océano Atlántico gracias a la editorial Lumen. Bajo su tutela, Mafalda comenzó a andar por España. En 1970 se publicó la primera colección de tiras de este personaje de Quino, en su momento, calificadas como "para adultos" por la censura franquista.
Ahora en 2020, se cumple el 50 aniversario de la llegada de Mafalda. Una fecha que Lumen quiere recordar con la publicación de una selección de historietas de la mítica niña, recogidas en el libro El amor según Mafalda. Una serie de tiras que tratan de la amistad y el amor a través de los ojos del personaje de Quino. "Hablan mucho de amistad, compasión, empatía y solidaridad, de amor al prójimo, amor propio y amor a las pequeñas cosas de la vida: la radio, los Beatles, el Pájaro Loco, los caramelos, las historias de vaqueros, los libros o Brigitte Bardot", señalan desde Lumen a la Agencia Efe.
Cuando hablamos del “amor según Mafalda”, nos referimos a su eterna lucha por hacer de este un mundo mejor. 😍https://t.co/u2ZzxWdIZT pic.twitter.com/NEzSDah7xs
— Editorial Lumen (@SigueLumen) July 14, 2020
Una selección que, según la editora de Lumen, Lola Martínez de Albornoz, puede "asumirse como una guía de comportamiento ante las injusticias del mundo". Las viñetas se olvidan del concepto de amor romántico para dar paso a la visión de Mafalda. "En la obra se observa que lo importante del amor no es ya el romanticismo de colores pálidos, sino la capacidad de contenernos, el trabajo de la amistad más atenta y el cuidado de los nuestros, pero también del amplio mundo que habitamos para que siga siendo habitable en el futuro", expone Martínez de Albornoz.
"Cuando hablamos del amor según Mafalda, de lo que estamos hablando en realidad es de la esperanza de un mundo mejor", concluye Martínez de Albornoz.
En pleno 2020, cinco décadas tras el aterrizaje de Mafalda, ya no hay franquismo en España, ni dictadura en su país de origen, Argentina. El mundo ha cambiado, aunque sigue girando y también incitando, muchas veces, a que uno quiera bajarse.