La cuenta en Suiza de Juan Carlos I sigue desvelando supuestas actuaciones ilícitas. El rey emérito retiró cinco millones de euros antes de cerrarla, en 2012. Este último movimiento se produjo después de cuatro años (el tiempo que estuvo abierto el depósito) de extracciones de grandes cantidades de dinero. Según los documentos publicados por El Confidencial, el importe de esta fortuna oculta en el banco Mirabaud de Ginebra nunca descendió de 60 millones de euros, a pesar de que periódicamente se sacaban entre 200.000 y 300.000 euros, debido a un rendimiento bursátil de hasta un 7,7% anual.
Además, Juan Carlos I disolvió una estructura empresarial offshore asesorada por los abogados Dante Canónica y Arturo Fasana. En la cabeza se encontraba Lucum Foundation, una fundación radicada en Panamá con la que operaba sin tributar en España. El registro de esta compañía revela que el rey extraía grandes cantidades de dinero con un ritmo constante y que incluso sus testaferros sacaban las cantidades en billetes que luego trasladaban a la Zarzuela para uso de la Familia Real.
"Es como lo del piso aquí, en Londres, que le regaló el emir [en realidad es sultán] de Omán. Lo han vendido a alguien que ha pagado 50 millones de libras. Lo ha vendido hace poco a otro árabe, un joven. Ha sido una venta inside" (una forma de decir "secreta").
Entre enero y el 11 de junio de 2012, el rey emérito sacó 4.912.870 euros, tal y como se comprueba en el dossier de Mirabaud. Las operaciones se rubrican con la firma de Juan Carlos I, "en prueba de conformidad". Antes, Juan Carlos I había incrementado su fortuna en 1.465.296 euros por la inversión del patrimonio oculto en diversos productos financieros. Por eso, a pesar de los casi cinco millones que extrajo, aún disponía de más de 66 millones de euros. Sus acciones y fondos de inversión le llegaron a dar beneficios de un 7,7% en 2009. En concreto, según un documento de la contabilidad interna de Lucum Foundation, el saldo al finalizar 2008 era de 67.841.144 euros, tres millones de euros más de lo que había recibido unos meses antes desde Arabia Saudí.
Todos estos documentos están siendo investigados por la Fiscalía del Cantón de Ginebra y la Fiscalía del Tribunal Supremo español. Las acusaciones se deben a blanqueo de capital y supuestas comisiones ilegales. Los escándalos han sacudido la Casa Real. El pasado marzo, el príncipe Felipe VI le suspendió la partida presupuestaria estatal y renunció a su herencia. Algunos grupos políticos han pedido una comisión de investigación en el Congreso por las actividades del monarca y Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, sugirió una revisión de la Constitución para suprimir la inviolabilidad del rey.